¿Nos pueden enseñar los caracoles y babosas acerca de la robótica?
Los complejos movimientos musculares de los caracoles, en lugar de la mucosidad, son clave para la locomoción
Nueva evidencia sugiere que la clave para la locomoción de los caracoles proviene de los complejos movimientos musculares del animal, y no de su moco, como se tenía pensado.
Es difícil moverse en un solo pie. Sin embargo, esta limitación no parece contener a los caracoles y babosas (gasterópodos). Estos son tan comunes que pasamos por alto la rareza de cómo se mueven; deslizándose sobre una película delgada a través de todo tipo de terreno y obstáculos.
La imaginación popular se centra en la lentitud de este movimiento, el caracol definido por su ritmo, pero es al menos tan notable que el mismo mecanismo permite que un caracol escale paredes y se mueva por los techos. Por lo que su desplazamiento es lo bastante innovador como para que ahora exista un robot inspirado en un caracol, deslizándose por las superficies de una membrana adhesiva, alimentado por un láser.
¿Que tan realistas queremos que sean los robots sociales?
Este hallazgo podría abrir la puerta a la construcción de robots que podrían imitar esta forma de propulsión.
Aplicación a la robótica.
El robot caracol, producido por un conjunto de investigación en la Universidad de Varsovia, Polonia, junto con colegas de la Universidad Xi’an Jiaotong-Liverpool en Suzhou, China;es de un centímetro de largo alimentado por luz.
La investigación, publicada en julio en Macromolecular Rapid Communications, arroja un primer aspecto sobre cómo se mueven los animales en la naturaleza y referente a cómo se podrían construir máquinas pequeñas para aprovechar ese mismo desplazamiento; y luego aplicarlo de manera consecuente a la robótica.
Este tipo de investigación puede ayudar en el diseño de robots biomiméticos que realizan funciones que los dispositivos convencionales no pueden hacer.
Janice Lai, de la Universidad de Stanford comenta que ahora conocen el mecanismos y poseen los modelos, lo siguiente sería, aplicarlos a los robots.
Pero la robótica, independientemente en qué país del mundo se desarrolle, es una contribución global. De esta forma, encontramos robots que logran imitar a los peces, mulas, aves y demás. Incluyendo animales con el cuerpo blando, como pulpos y esta vez, caracoles y babosas.