Qué significa Hígado Graso: Síntomas y recomendaciones
Descubre qué es, síntomas, causas, cómo diagnosticar, tratamiento y cómo prevenir la enfermedad del higado graso
El hígado graso, también conocido como esteatosis hepática, es una condición médica cada vez más común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por la acumulación excesiva de grasa en las células hepáticas, lo que puede tener importantes implicaciones para la salud si no se aborda adecuadamente.
En este artículo, exploraremos en detalle qué es, sus posibles síntomas y las recomendaciones clave para su prevención y tratamiento. Desde su impacto silencioso pero significativo hasta las estrategias de estilo de vida que pueden marcar la diferencia, sumérjase en este análisis exhaustivo sobre una condición que merece una atención cuidadosa y proactiva.
¿Qué es el hígado graso?
Se produce cuando hay demasiada grasa en el hígado. Es frecuente, sobre todo en personas diabéticas y con sobrepeso. Aunque es posible que no genere síntomas perceptibles, puede conllevar problemas de salud significativos. Es esencial ajustar el estilo de vida para prevenir y mejorar esta condición. El hígado es el principal órgano del cuerpo encargado de procesar los alimentos y los materiales de desecho.
Un hígado sano contiene muy poca o ninguna grasa. Si bebe demasiado alcohol o come demasiado, el cuerpo transforma parte de las calorías en grasa. Esta adiposidad se acumula en los hepatocitos. Cuando la grasa representa más del 5% al 10% del peso total del hígado, se tiene hígado graso. Esta condición es cada vez más frecuente a medida que aumenta el consumo de azúcares y grasas añadidas. Aproximadamente 1 de cada 3 adultos australianos la padece.
¿Cuáles son los síntomas del hígado graso?
Generalmente, la esteatosis hepática no presenta señales evidentes. Las personas que tienen síntomas pueden:
- Sentirse cansadas o con malestar general
- Malestar en la región superior derecha del vientre
- Perder peso
Los signos de que puede padecer una enfermedad más grave incluyen:
- Ojos y piel amarillos (ictericia)
- Moratones
- Orina oscura
- Vientre hinchado
- Vómitos con sangre
- Heces negras
- Picor en la piel
Si experimentas alguno de estos signos, es crucial que busques orientación médica.
¿Cuáles son las causas del hígado graso?
Suele deberse a una combinación de factores durante un largo periodo de tiempo.
Las razones más frecuentes detrás del hígado graso incluyen:
- Ser obeso o tener sobrepeso, especialmente alrededor del abdomen (barriga)
- Padecer diabetes mellitus de tipo 2 o resistencia a la insulina
- Tener el colesterol o los triglicéridos altos
- Beber demasiado alcohol
Otras causas menos frecuentes son:
- Tiroides poco activa
- Ciertos medicamentos
- Padecer el síndrome de ovario poliquístico (SOP )
Algunas personas también pueden padecerla debido a complicaciones que se desarrollan al final del embarazo.
Existen dos tipos principales de hígado graso:
- Hígado graso alcohólico
- Hígado graso metabólico
La enfermedad asociada al metabolismo es el tipo más común de enfermedad del hígado graso. También se conoce como:
- Esteatosis hepática no alcohólica
Este tipo de acumulación de grasa en el hígado es el resultado de:
- Sobrepeso u obesidad
- La falta de actividad física
- Hígado graso relacionado con el alcohol
La relacionada con el alcohol se debe al consumo excesivo de alcohol durante periodos prolongados. Corre el riesgo de padecer una enfermedad del hígado graso relacionada con el alcohol si:
- Bebe más de 10 bebidas estándar a la semana
- Bebe en exceso (más de 4 bebidas estándar al día)
¿Cómo se diagnostica esta enfermedad?
Su médico le diagnosticará el hígado graso hablando primero con usted y examinándole después.
Es posible que le pida que se haga un análisis de sangre llamado prueba de la función hepática. Con ella se comprobará la salud de su hígado. También es posible que le pidan que se haga una exploración, por ejemplo:
- ecografía
- una resonancia magnética
Si las pruebas muestran que tiene hígado graso, es posible que necesite otras pruebas para estudiar más a fondo su estado de salud. En función de los resultados de las pruebas, su médico puede sugerirle que acuda a un gastroenterólogo (médico especialista). En los casos graves, el especialista puede organizar una biopsia del hígado para confirmar el diagnóstico. Esto también les ayudará a evaluar la gravedad de la enfermedad.
¿Cómo se trata el hígado graso?
No hay fármacos disponibles para tratar la condición del hígado graso. El tratamiento consiste en modificar el estilo de vida. Esto puede mejorar la enfermedad e incluso revertirla. Si padece una enfermedad metabólica asociada al hígado graso, probablemente le aconsejen que:
- Seguir una dieta sana y evitar el azúcar
- Adelgazar
- Hacer ejercicio con regularidad
- Controlar el azúcar en sangre
- Tratar el colesterol alto si lo tiene
- Evite los medicamentos que puedan afectar al hígado
- No beba alcohol o beba muy poco y deje de fumar.
Si el hígado graso está causado por el alcohol, lo más importante es dejar de beber. Así evitará que su enfermedad se agrave. Para más información, su médico puede remitirle a un dietista, a un especialista en alcoholismo o drogadicción.
¿Puede prevenirse esta enfermedad?
La forma de prevenir la enfermedad del hígado graso asociada al metabolismo consiste en seguir los mismos consejos sobre estilo de vida que se dan a las personas que ya la padecen, entre ellos:
- Seguir una dieta sana rica en fruta y verdura, cereales integrales y grasas saludables
- Mantener un peso saludable
- No beber alcohol o beber muy poco
- Hacer ejercicio físico la mayor parte de los días de la semana es recomendable.
- Si no hace ejercicio con regularidad, hable antes con su médico.
Complicaciones de la enfermedad del hígado graso
En muchas personas, el hígado graso por sí solo no causa demasiados problemas al principio.
Puede empeorar lentamente con el tiempo. El exceso de grasa en el hígado causa inflamación hepática, que acaba provocando la cicatrización (fibrosis) del hígado. También puede provocar una enfermedad hepática crónica más grave, como cirrosis o cáncer de hígado. Algunas personas con cirrosis hepática grave necesitan un trasplante de hígado. Las personas con esta condición tienen un mayor riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular.