La botanista y genetista estadounidense; Joanne Chory realizó una teoría acerca de las plantas creando así polémica en muchas partes.
Es sobre su creencia en que una de las herramientas para poder estacionar el terrible cambio climático que está afectando a todos siempre ha estado frente de nosotros.
Para esto no es necesaria la fabricación de ningún tipo de químico o algo similar, es algo más sencillo; y que además se ha ido perfeccionando durante mucho tiempo y solo tenemos que regir un poco el proceso para que tengo cierto impacto en la disminución del dióxido de carbono. Con ciertos ajustes en su genética de las plantas podrán desarrollar sus raíces para hacerse más fuertes y profundas y así que contenga la parte del CO2 que expulsan antes de morirse al ambiente.
Según la botánica y genetista si esto se lleva a una gran escala aplicándose en los gigantescos cultivos en el mundo se podría reducir a un 20% de CO2 que está estimulando este cambio climático. La idea de Joanne la ha impulsado a ganar el Premio Princesa de Asturias de Investigación de este año. La botánica recibió al periódico español EL PAIS, en el instituto de Salk, California, donde se encuentra su despacho. Eran bastante visibles los síntomas de Parkinson que desde hace unos 15 años se le habían diagnosticado; sin embargo, esto no le impidió seguir acudiendo a su jornada laboral.
Entrevista con EL PAÍS, diario español
En su entrevista con el famoso periódico español EL PAÍS, Chory respondió una serie de preguntas, todas relacionadas con su investigación y su nueva teoría de emplear los cultivos para la reducción del óxido de carbono. Una de sus respuestas fue con respecto a las plantas modificadas y como eran en características. Respondiendo que; aquellas plantas tienen raíces más fuertes, pueden producir más suberina, lo cual es prácticamente corcho donde allí mismo, en tiempos de sequía podrían evitar que dicha planta se secara, planta que absorberá el mismo CO2 que una normal y esto sólo afectaría la manera en el que este se distribuye.