Normativa de limpieza en comunidades de propietarios: lo que debes saber en Barcelona

La limpieza de comunidades de vecinos no es solo un asunto estético: está directamente relacionada con la salubridad, la seguridad y la convivencia entre vecinos. No cumplir con una frecuencia mínima de limpieza en portales, escaleras, ascensores o parkings puede acarrear problemas de higiene e incluso conflictos legales.
En este artículo resolvemos las dudas más comunes sobre la normativa de limpieza en comunidades de propietarios y cómo aplicarla en Barcelona.
¿Existe una normativa específica de limpieza en comunidades de propietarios?
Aunque no hay una ley estatal que regule de manera exacta cada cuánto debe limpiarse una comunidad, sí existen obligaciones legales derivadas de normativas municipales y de la Ley de Propiedad Horizontal (LPH).
- La LPH (art. 10) establece la obligación de mantener el inmueble en condiciones adecuadas de conservación, lo que incluye la higiene.
- Los ayuntamientos pueden exigir niveles mínimos de salubridad en edificios residenciales, aplicando sanciones si se detecta insalubridad o riesgo para la salud pública.
- En Barcelona, la Ordenanza de Medio Ambiente y Civismo también contempla la obligación de mantener los espacios comunes limpios para evitar focos de insalubridad.
¿Quién es responsable de la limpieza en una comunidad?
La responsabilidad recae en la comunidad de propietarios en su conjunto, y la gestión directa suele delegarse en:
- El presidente de la comunidad.
- El administrador de fincas, si lo hubiera.
- Una empresa de limpieza contratada, que garantice el cumplimiento de la normativa y la correcta frecuencia de trabajo.
Cuando la comunidad no cumple con la limpieza mínima exigida, puede enfrentarse a denuncias vecinales, problemas de plagas y sanciones administrativas.
Frecuencia recomendada según la normativa y buenas prácticas
La normativa no suele fijar un número exacto de limpiezas semanales, pero sí se aplica el criterio de salubridad mínima. En la práctica, la frecuencia más aceptada es:
- Zonas comunes y portales: limpieza mínima de 2 a 3 veces por semana.
- Escaleras y pasamanos: al menos una vez por semana.
- Ascensores: limpieza frecuente, dependiendo del uso (diaria en edificios con alto tránsito).
- Garajes comunitarios: entre 1 vez al mes y 1 vez al trimestre, según número de vehículos y nivel de suciedad.
Estas recomendaciones no solo cumplen con la normativa, sino que también previenen la acumulación de polvo, malos olores y la proliferación de insectos o roedores.
La importancia de contar con empresas especializadas en Barcelona
Cumplir con la normativa de limpieza en comunidades de propietarios es más sencillo cuando se contrata un servicio profesional que se encargue de mantener la regularidad y la calidad del trabajo.
En este sentido, empresas locales como Servimos Limpiezas, ofrecen soluciones adaptadas a cada comunidad, con programas de limpieza flexibles y orientados a cumplir tanto con las obligaciones legales como con las necesidades de los vecinos.
Además, no hay que olvidar que los parkings comunitarios son espacios regulados por la misma normativa de conservación. El polvo, las manchas de aceite y la falta de ventilación pueden convertirse en un problema si no se limpian periódicamente. Por ello, confiar en profesionales con experiencia en limpieza de parkings en Barcelona es la mejor forma de garantizar la higiene y la seguridad de estas zonas.