El cambio climático global ha creado un gran impacto en diferentes ámbitos de la vida en el planeta Tierra.
Los pronósticos de vulnerabilidad de especies y riesgo de extinción bajo el cambio climático futuro ignoran comúnmente las adaptaciones locales a pesar de su importancia para determinar el potencial de las poblaciones para responder a los cambios futuros.
Los hombres de ciencia están hallando formas renovadoras de ayudar al mundo natural a adaptarse al cambio ambiental.
Investigadores del Instituto Salk en California se encuentra creando una planta ideal la cual lograría contribuir en el freno del calentamiento ambiental. Redes subterráneas ocultas de raíces de plantas serpentean por la tierra buscando nutrientes y agua, similar a un gusano en busca de alimento. Pero los mecanismos genéticos y moleculares que rigen qué partes de las raíces del suelo, siguen siendo en gran medida desconocidos.
Muchas de las respuestas que se observan hoy en la naturaleza pueden ayudar a determinar cómo solucionar los problemas cada vez mayores que enfrentan las personas en condiciones climáticas cambiantes.
Una cura para el coral: Identificaron un gen en un tipo de coral los científicos de la Universidad de Texas, este se activa cuando el coral sufre stress por su calor. Las tibias aguas tienen como resultado un cambio de clima que hace que los corales estresados expulsen las algas que necesitan para obtener energía. Los científicos creen que este gen les permitirá priorizar la conservación de estas especies.
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El Arroz fortalecido: en la Universidad de Copenhaguen el pasado año identificaron un gen que logra que el arroz sea resistente a las sequías e inundaciones. Esto evita la pérdida de agua por evaporación durante una sequía, y al contrario en una inundación, la superficie acerada tiene una capa muy fina de gas durante varios días, que evita que el arroz se ahogue.
La combinación de genética y ecología debería ayudar a los esfuerzos de conservación. La afiliación de un tratado el año pasado, para distribuir y administrar los beneficios económicos de los recursos genéticos del mundo con las naciones en desarrollo, debería de ayudar a los esfuerzos de adaptación climática.