Se descubrió que, de hecho, su centro de gravedad no radica en el sol.
El gigante de nuestro sistema solar es observado por la nave espacial, la sonda Juno, que fue lanzado en 2011 por la NASA. En el año 2016, esta sonda pasó recientemente por el planeta gaseoso y logró tomar algunas fotos. La misión que tenía la sonda era la de estudiar el misterioso interior del planeta con la ayuda de ondas magnéticas, ondas de radio y el campo gravitacional del planeta en sí.
Cuando la sonda logró capturar fotos, los investigadores se sorprendieron de lo increíblemente grande que era el planeta. Las fotos dieron los datos necesarios para determinar que Júpiter era tan grande que no era posible que girara a nuestro sol.
Descubren que Júpiter no gira alrededor del Sol.
Cuando un pequeño objeto órbita, un objeto que es tan grande en el espacio, no necesariamente tiene que viajar de una manera perfectamente circular alrededor del objeto más grande. En vez de ello, los dos objetos orbitan en un centro combinado de gravedad, es decir, el planeta Júpiter no gira alrededor del sol.
El centro gravitacional que existe entre el sol y el gigante gaseoso reside en un punto en el espacio que se encuentra un poco más allá de la superficie del astro. El planeta Júpiter, según establece la NASA, posee un gigante tamaño ubicando su centro a un 7% del radio del astro gigante.
Esta misma ley se aplica cuando, por ejemplo, la Estación Espacial Internacional orbita la Tierra. La Tierra y la estación orbitan su centro gravitacional de forma combinada, pero aquel centro gravitacional está tan cerca al centro de la Tierra que es complicado localizarlo a primera vista. Esto hace que pareciese que la estación dibujase un círculo perfecto alrededor del planeta.
Júpiter tiene alrededor de unos 143.000 kilómetros de ancho y los expertos afirman que es tan grande que se podría tragar no solo nuestro planeta, sino todos los demás del sistema solar.