La EVE, enfermedad por el virus del ébola que también se ha conocido como fiebre hemorrágica del ébola, a restringido el número de inmigrantes admitidos en la Meca.
La enfermedad tiene su origen en algunas poblaciones del continente de la África subsahariana. En ciertas ocasiones las personas se enferman de ébola después de entrar en contacto con animales infectados y estos a su vez propagan el virus entre sus pares.
Hace un par de años hubo un brote preocupante que llegó a España, donde los transmisores (infectados), eran básicamente monjas y curas, que habían ido a hacer algún tipo de trabajo, en esas zonas lejanas.
Cáritas ante la emergencia, ha lanzado una campaña que sirve para darle atención a la detección de posibles víctimas del ébola en la República Democrática del Congo. Más sin embargo ninguno de los esfuerzos que se hagan son suficientes ante una epidemia; debido a la alta migración descontrolada de los países africanos hacia Europa.
El nombre de ébola (EVE) viene dado porque la primera vez que se tuvo registro de la enfermedad en 1976, fue en el río Ébola, en Zaire.
El ébola es un virus que se asocia con una elevada morbilidad y mortalidad; se transmite también de persona a persona, sólo una dosis baja se requiere para infectarse y no existe vacuna contra el agente.
Debido a lo rápido de la propagación del ébola; la Organización Mundial de la Salud declaró en el 2014 una vigilancia epidemiológica, en cualquier persona proveniente de los países del continente antes indicado. Estar alertas ante un cuadro de viajeros con fiebre mayor a 38,6 grados, diarreas, vómitos, mialgias, hemorragias inexplicables y/o dolores abdominales.
Si está expuesto en una zona afectada lo más importante es la prevención, lo mejor es evitar entrar en contacto con:
- fluidos corporales o sangre, heces, orina, saliva, sudor, leche materna, vómito, fluidos vaginales y semen.
- Algún tipo de entierro o servicios funerarios si se sospecha que esa persona murió por el virus EVE.
- Enseres que hayan pertenecido o estado en contacto con personas infectadas y mantenerse siempre con la debida protección; guantes, tapabocas y ropa adecuada para este proceso.
Monseñor Sikuli dijo “Evitemos el pánico exagerado. Respetemos la limpieza, las medidas higiénicas elementales, los desplazamientos y sigamos las recomendaciones dadas por; el Ministerio de Salud y la OMS para tratar de contener la propagación de la enfermedad”.