Es una valoración que cada vez toma más relevancia, pero aún no acaba de cuajar en los hogares.
IoT es un sector que se ha venido desarrollando desde hace aproximadamente dos décadas, su objetivo es lograr la posibilidad de conectar diferentes dispositivos para mejorar el entorno en el que nos desenvolvemos a diario.
La internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés, Internet of Things), se basa en el método de interconectividad entre máquinas, objetos, dispositivos de computación, personas o animales que posean identificadores únicos, con el objetivo de llegar a ofrecernos mayor comodidad en nuestros hogares,
Al combinar diversos dispositivos que se encuentren conectados con sistemas de automatización podrá ser posible la recopilación de información, además de analizar y hasta crear una acción para ayudar a una o varias personas a realizar una tarea.
Una de las peculiaridades más interesantes de los dispositivos IoT es que pueden producir enormes cantidades de datos. Esto puedes ser usado específicamente en aplicaciones como la Inteligencia Artificial (IA) y el aprendizaje automático.
¿Por qué el IoT posee un sin fin de usos?
Estos van desde las tareas del hogar (cargar la compra desde la nevera o encender el aire acondicionado, al igual que la calefacción), ocio (como smartwatches o google glass,etc.), sanidad (pruebas sanguíneas o aplicaciones que monitorean la salud, etc.), y ese es justamente su más grande potencial: el hecho de que consigue ser aplicado en diferentes aspectos de nuestra vida.
El sistema del Internet de las Cosas (IoT) se ve comprometido por 4 componentes principales y funcionan de esta manera:
. Sensores: posibilita que los dispositivos recopilen datos del entorno que lo rodea (ej.: temperatura, coordenadas GPS, velocidad, etc.).
. Conectividad: los datos que se recopilan se envían a la nube a través de una conexión Bluetooth o WiFi.
. Procesamiento de datos: luego de que los datos son recibidos por la infraestructura de la nube, pueden procesarse (ej.: verificar si los datos recibidos cumplen los requerimientos).
. Interfaz de usuario: cuando se procesan los datos recibidos, los resultados se entregan y alertan al usuario.
Está claro que vamos a un mundo en el que todo va a estar interconectado, vamos al Internet de las Cosas (IoT).
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