¿pueden sentir los robots?
La Inteligencia Artificial y los sentimientos. Esta transformará la relación entre las personas y la tecnología, cargando nuestra creatividad y habilidades. Ella permitirá a los Robots detectar, comprender, actuar y aprender. Pero que hay de los sentimientos?
Los gestos revelan emociones, los humanos somos capaces de reconocer cualquier alteración en el rostro de nuestro interlocutor por pequeña que sea.
Un grupo de científicos alemanes trata de trasladar esta habilidad a los robots. El prototipo “Alice” se ha convertido hasta ahora en uno de los primeros con la capacidad de observar las emociones de los humanos y tener reacción a ellas. La experta en informática Elisabeth André comentó: es lógico que al diseñar un robot de aspecto humano uno intente dotarlo de conductas similares a las humanas, gracias a ello las personas pueden interactuar con los robots, de la misma manera que lo hacen entre ellas, sin necesidad de adaptarse a la máquina.
¿Puede poseer conciencia un robot?
Cuál es el significado de la palabra “conciencia”, es lo primero que debemos plantearnos. La conciencia sería darse cuenta de uno mismo, reflexionar, pensar… Cualquier Inteligencia Artificial (I.A), que haya aparecido en películas de ciencia-ficción posee sentimientos, conciencia y puede pensar. Pero en la vida real es muy diferente y en el caso de que fuera como nos cuentan películas como Trascendent podríamos tener mucho de lo que preocuparnos.
¿Pueden sentir los robots y tener conciencia propia?
Para proporcionar conciencia a la inteligencia artificial y los sentimientos , necesitaría que este tuviese un cerebro, no solo lo suficientemente complejo como para procesar información y generar pensamiento abstracto, del mismo modo que lo hace el nuestro, sino también para generar un sentido unitario del yo, tomar decisiones más allá de su programación inicial o sentir y comunicar sus sentimientos.
Lo que sí se ha logrado es que las máquinas con Inteligencia Artificial puedan rápidamente resolver tareas de computación. Ésto ha sido posible gracias a sofisticados sistemas que han permitido a estas máquinas aprender.
Al plantearse que una familia pueda adquirir un robot para convivir con él, para ayudar a cuidar a los discapacitados, a los niños o a las personas mayores, nuestro interés sería en cómo hablar con él, es decir, como comunicarnos. Porque ese robot no tiene conciencia y únicamente puede emitir diálogos sencillos, con respuestas programadas. Para tener por ejemplo a una persona a su cargo, no solo necesitaría una atención física, sino psicológica.
Pero inclusive, esa capacidad de aprendizaje dependería en su inicio de un programador humano. Por el momento, las máquinas con I.A. (Inteligencia Artificial) aún no son capaces por sí mismas, de pensar.